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La agenda del nuevo presidente de Perú enfrenta retos instituciones y sugiere utilizar estándares de operación más exigentes

Publicado en en Peru title_rule

A finales del mes de julio, el recién electo presidente de Perú Pedro Pablo Kuczynski será proclamado en su cargo en la ciudad de Lima. Las recientes elecciones presidenciales en Perú habían estado marcadas por la presencia de Keiko Fujimori como la candidata que tuvo la mayor cantidad de votos en la priemra vuelta. Fujimori, es la hija del expresidente Alberto Fujimori quien después de dejar su cargo en los años 90, fue acusado y puesto en prisión por diferentes cargos de corrupción y violación de derechos humanos durante su presidencia.

La elección de Kuczynski no fue una sorpresa en ese escenario, cuando fuerzas de todo el espectro político se unieron, no entorno al programa de Kuczynski, sino en un esfuerzo por evitar que Fujimori llegara a la presidencia. Kuczynski ganó la presidencia por un pequeño margen de aproximadamente 43000 votos. Lo que es necesario destacar es que después de las elecciones del 5 de junio lo que parecía una alianza en las urnas, se ha deshecho y va a significarle importantes retos para el nuevo presidente en su objetivo de avanzar su agenda.

Los planes de gobierno de Kuczynski se verán retos en el congreso, cuando la mayoría del congreso compuesto por 130 parlamentarios está en manos del partido Fuerza Popular que encarna las ideas de Keiko Fujimori. Sin embargo, este no es el único reto a la vista. Verónika Mendoza, líder del partido Frente Amplio quien apoyó a Kuczynski al final de la segunda vuelta de las elecciones, ha dicho que su partido se mantendrá en la oposición y no será parte del gobierno del nuevo presidente. Durante el mes de junio, después de las elecciones, se ha especulado sobre el papel de Fujimori en la oposición y varios congresistas de Fuerza Popular han ofrecido opiniones encontradas sobre el futuro de la mesa directiva del congreso, en las que el partido ha declarado que presidirá el parlamento, pero no es claro si van a invitar al partido del presidente a la mesa.

Los retos para Kuczynski son más marcados en los primeros días de gobierno, en los que el presidente ya ha mencionado que priorizará dos temas: economía y seguridad ciudadana. Según el plan de gobierno propuesto en campaña, el énfasis en economía procurará darle un espaldarazo al crecimiento del país, y en seguridad a fortalecer a la policía y el ejército en sus labores. Como se pudo observar durante la campaña electoral, el narcotráfico no tendrá un papel protagónico. Sin embargo, si lo tendrán las medidas que refuerzan la confianza en la policía, las mejoras en el funcionamiento del sistema carcelario en el país y el desarrollo de habilidades de inteligencia en las ciudades y los centros de comercio más importantes del país (incluyendo los puertos, por donde, por ejemplo, pasan las rutas de tráfico de drogas). La declaración del nuevo presidente criticó las medidas que había propuesto Fujimori y su partido en campaña, como la construcción de cárceles a más de 4000 metros de altura y alegó que ese tipo de medidas eran insuficientes.

En la declaración con la que apunto a que priorizaría estos temas, Kuczynski también destacó que utilizará la estrategia que el expresidente colombiano Álvaro Uribe Vélez utilizó durante su gobierno en lo que tiene que ver con las reuniones con los pobladores y las autoridades en las distintas regiones del país.

Los puntos que ha planteado el nuevo presidente del Perú implican que el congreso, después de que el presidente empiece a ejercer sus labores luego del 28 de julio, tenga que entregarle algunas potestades especiales, que aún no ha especificado. Con un congreso con mayoría fujimorista y tensas relaciones con otras fuerzas políticas importantes, no será fácil avanzar su agenda. De acuerdo a su plan de gobierno y al panorama institucional, varios elementos serán relevantes en las acciones del gobierno peruano en los meses que vienen.

OJO

El balance que dejó las elecciones presidenciales en Perú significa que, en el mediano y largo plazo, el presidente electo tendrá que trabajar en la creación de consensos en el congreso peruano para avanzar su agenda. Aunque en el fondo los programas de los partidos políticos más grandes del país no difieren de manera significativa (entre Fuerza Popular y el PPK), las disputas dentro del parlamento dominado por Fuerza Popular permitirán, o no, que Kuczynski consolide su proyecto político. En lo que se ha podido saber hasta el momento del gobierno del nuevo presidente, se han dado señales de que habrá una fuerte presencia de tecnócratas y expertos, como lo refleja el hecho de que la comisión electa por Kuczynski para la transición presidencial esté en manos de técnicos externos a la campaña.

Todavía no es claro si el congreso peruano aprobará las facultades que va a pedir el presidente para hacer reformas en el sector seguridad y económica en el corto plazo. Se espera que, en los primeros meses, se observen resultados en la reducción de los crímenes violentos y una transformación en la legislación económica en el país. Como especificó PPK en su programa, su intención es la de aumentar la competitividad de la economía, promover la competencia y a la diversificación con medidas que incluye la eliminación de cierta regulación y la formalización del mercado laboral.

En estos dos primeros puntos, las empresas con inversiones en territorio peruano o con la intención de hacerlas tienen que prestar atención a estos cambios. Las compañías que trabajan en el sector minero serán, aparentemente, impulsadas en los primeros días de gobierno. Sin embargo, no parece que se promoverá una mejora en los estándares de operación o la regulación en este sector. Por tanto, las empresas deberán utilizar los más altos estándares laborales (en términos de contratación y bienestar de los trabajadores) y de operación (en términos de los impactos en las comunidades aledañas y las relaciones con las instituciones del Estado) más allá de los mínimos exigidos por la ley y las regulaciones del gobierno peruano.

Mantener la licencia social en el corto y mediano plazo implica ir más allá del cumplimiento de estándares mínimos, implica tener relaciones cercanas con las comunidades donde operan y entender esos contextos. Finalmente, las investigaciones en narco política y el protagonismo de Fuerza Popular pueden hacer que la atención pública se volqué a la comisión de fiscalización. Es sí mismos, los potenciales nexos entre narcotráfico y política en Perú sugieren que las empresas deben prestar especial atención a las actividades de sus contratistas e inversionistas y sus relaciones con entidades del Estado Peruano para evitar que desprevenidamente se vean involucrados en escándalos de corrupción, lavado de activos o, incluso, narcopolítica. De nuevo, es importante que los estándares de operación sean los más altos, teniendo en cuenta las regulaciones y prácticas que se aceptan como adecuadas en el nivel internacional y desarrollándolas con el fin de mejorar y hacer transparentes y claras las relaciones con las comunidades e instituciones del nivel local y nacional.