Evaluación de la Alerta Estadounidense para Cinco Estados Mexicanos
enero 15, 2018 en MéxicoResoluciones principales:
- La legalización de la marihuana en diversos estados de los Estados Unidos llevará a los cárteles a desplazar su producción hacia drogas más duras como la metanfetamina, la heroína o el fentanilo, lo que provocará un aumento de la demanda de opio. En el corto y medio plazo, es altamente probable el aumento de la violencia en Guerrero, donde se concentra la producción de opio.
- El descabezamiento del Cártel del Golfo y de los Zetas Vieja Escuela en Tamaulipas augura una probable división de ambas organizaciones en bandas más pequeñas, lo que incrementaría la violencia en dicho estado, aunque daría mayor poder al recién creado Cártel del Noreste para controlar el territorio.
- El descabezamiento de los grandes cárteles ha llevado a una descentralización de la actividad criminal, provocando un aumento descontrolado de la violencia.
- La aparición y rápido crecimiento del Cártel Jalisco Nueva Generación supone una de las claves para entender el repentino aumento de violencia de los últimos años, por la lucha abierta entre este y el Cártel de Sinaloa.
INTRODUCCIÓN
El Departamento de Estado de los Estados Unidos emitió el 10 de enero de 2018 sus recomendaciones de viaje para todo el globo. A pesar de que gran parte de los estados de México han formado parte de la lista, es la primera vez en la historia que cinco de sus territorios obtienen el mayor grado de peligrosidad por el Departamento de Estado estadounidense, 4 de 4, poniendo a dichas regiones en el mismo nivel de peligrosidad que países en guerra como Afganistán, Siria o Yemen. La recomendación del Gobierno estadounidense es evitar visitar los cinco estados afectados, Colima, Guerrero, Michoacán, Sinaloa y Tamaulipas.
CONTEXTO
El ascenso de estos cinco estados al mayor nivel de peligrosidad del sistema de recomendaciones de viaje estadounidense obedece a un gran aumento de la violencia en dichos territorios provocada por enfrentamientos entre pequeñas bandas criminales y las luchas territoriales entre los grandes cárteles de la droga existentes y los remanentes de extintos cárteles. Desde que en diciembre de 2006 el expresidente Felipe Calderón lanzase la «Guerra contra el narcotráfico», y que ha durado ya dos sexenios, se han producido más de 234 000 muertos y ha llevado al descabezamiento de la mayor parte de los cárteles existentes al inicio de la guerra. Sin embargo, la eliminación de las cúpulas de los cárteles no ha llevado a su disolución, sino a su descentralización, dando lugar a centenares de pequeñas bandas criminales con intereses confrontados, lo cual ha disparado los niveles de violencia en México.
ANÁLISIS
Para comprender mejor las razones que han llevado a Estados Unidos a aplicar el mayor grado de peligrosidad a cinco estados mexicanos, es conveniente analizar cada uno de los estados por separado.
Colima
A pesar de ser el estado menos poblado de México, Colima cuenta con uno de los puertos más importantes de la zona pacífica de México, Puerto Manzanillo, por donde pasan dos millones de contenedores al año. Dicho puerto es un punto estratégico para el narcotráfico porque es un punto de entrada de cocaína y efedrina procedentes de Colombia y China. La violencia en Colima se disparó cuando el Cártel de Sinaloa llegó para combatir a sus antiguos aliados, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) que posee el control del estado, y disputarles el control de Puerto Manzanillo. Esta disputa es la razón del aumento de la violencia en Colima y el motivo por el que este pequeño estado posee la mayor tasa de homicidios de todo el país, con 70,6 asesinatos por cada 100 000 habitantes.
Guerrero
El estado de Guerrero fue antaño un paraíso turístico, donde las mayores estrellas de Hollywood veraneaban y donde los Kennedy celebraron su luna de miel, pero la violencia en el estado se disparó cuando las fuerzas de seguridad mataron al líder del cártel de Beltrán y Levya, que ostentaba el control del estado, lo que llevó a su disgregación en más de una veintena de bandas criminales que a día de hoy se disputan el territorio, algunas de ellas son Guerreros Unidos, Los Tequileros, Los Rojos o los Ardillos. Guerrero es zona de producción de opio, materia prima para la producción de heroína, y su proximidad con las rutas de contrabando hacia la frontera con Estados Unidos hacen de Guerrero un objetivo para las bandas y cárteles.
Michoacán
Michoacán es un estado clave para entender la guerra contra el narcotráfico en México. Estado natal del expresidente Felipe Calderón, con el inicio de la guerra contra el narcotráfico cerca de 7 000 soldados fueron mandados a Michoacán para combatir al cártel dominante en la región, la Familia Michoacana. Michoacán es el mayor productor de metanfetamina para su posterior exportación a Estados Unidos, y posee el puerto más importante de la costa del pacífico mexicana, el puerto de Lázaro Cárdenas. Desde que miembros de la Familia Michoacana se escindieran para formar el cártel de Los Caballeros Templarios, la impunidad en el estado ha estado generalizada. La ineficacia el Gobierno en combatir a los cárteles llevó a la creación de las primeras milicias de autodefensa en La Ruana, Tepalcatepec y Buenavista. Estas milicias han supuesto un problema para el Gobierno mexicano, por los continuos enfrentamientos entre ellas, por la incapacidad de las autoridades para controlarlas, y por la negativa de las mismas a desarmarse voluntariamente. Tras el descabezamiento de La Familia Michoacana y Los Caballeros Templarios, en Michoacán quedan remanentes de ambos cárteles, las milicias de autodefensa enfrentadas entre sí, y el recién creado cártel La Nueva Familia Michoacana, en guerra con el CJNG por el control de Michoacán y del puerto de Lázaro Cárdenas.
Sinaloa
Estado originario del famoso Cártel de Sinaloa, no es el principal productor de ninguna droga, aunque posea amplias plantaciones de marihuana y de opio. Pero en lo que se especializaron en el Cártel de Sinaloa es en la organización de sus rutas de contrabando, especialmente a través de la frontera con Estados Unidos. Desde la extradición el 19 de enero de 2018 del Joaquín Guzmán Loera, alias «El Chapo Guzmán», se originó una lucha interna dentro del cártel entre el jefe de seguridad de El Chapo, Dámaso López Núñez, alias «El Licenciado» y los dos hijos de El Chapo. Esta disputa interna aumentó los índices de violencia en el estado de Sinaloa, y aún tras la detención de Núñez, los hijos de El Chapo aún se enfrentan a obstáculos para controlar plenamente el cártel.
Tamaulipas
El estado más próximo a Estados Unidos, pues comparte frontera con Texas, es sede del cártel más antiguo de México, el Cártel del Golfo, cuyo fundador, Juan Nepomuceno Guerra, traficó con alcohol durante los años de la ley seca para después crear el cártel en los 80. En 1999 el exmilitar Arturo Guzmán Decena empezó a trabajar para el líder del cártel, Osiel Cárdenas Guillén, y comenzó a reclutar exmilitares de las fuerzas especiales para crear los Zetas, el brazo armado del cártel que se encargaría de la protección de los líderes y los territorios, así como de ejecuciones y secuestros. Eventualmente, y tras un aumento de su peso dentro de la organización, los Zetas se escindieron del Cártel del Golfo en 2010 y comenzó una sangrienta guerra contra el mismo por el control del territorio que dura hasta la actualidad. Con los años, tanto los Zetas como el Cártel del Golfo han sufrido varias fracturas internas y existen diversas facciones en ambos bandos, que continúan la guerra entre ellas principalmente en el estado de Tamaulipas, y en menor medida en Nuevo León y Coahuila. La irrupción del Cártel del Noreste ha sido clave en el aumento de la violencia en Tamaulipas, pues es un actor adicional a los ya existentes. Las fuerzas de seguridad mexicanas consiguieron abatir a los líderes de dos de las facciones más importantes de la zona, a Pancho Carreón de los Zetas Vieja Escuela, y a Juan Manuel Loza, conocido como el Comandante Toro, líder del Clan del Golfo.
PRONÓSTICO
En Colima, la irrupción del Cártel de Sinaloa para disputarle el control del Puerto de Manzanillo al CJNG amenaza con mantener a Colima como el estado más mortífero de México, pues la importancia de dicho puerto para la entrada de estupefacientes es de vital interés para los cárteles. Las crecientes hostilidades entre ambos cárteles atraerán a bandas menores, lo que supondrá un aumento de la criminalidad en el territorio de Colima.
El aumento de la demanda de opio por los cárteles para compensar sus pérdidas por la legalización de marihuana en ciertos estados de Estados Unidos, harán de Guerrero el centro de batalla de los cárteles para controlar la producción de opio, abundante en el estado, por lo que es altamente probable un aumento de las hostilidades en el estado y la incursión de cada vez más bandas criminales.
A las ya existentes confrontaciones en el estado de Michoacán hay que sumarle la aparición de un nuevo cártel, autodenominado La Nueva Familia Michoacana, que ha declarado la guerra al CJNG por el control del territorio, lo cual aumentará la tasa de violencia del estado.
La violencia en Sinaloa obedece a las luchas internas que vivió el Cártel de Sinaloa tras la captura y extradición a Estados Unidos de El Chapo Guzmán. Es probable que una vez que los hijos de Guzmán recuperen el control del cártel la violencia disminuya tras un periodo de transición.
La irrupción del Cártel del Noreste en el estado de Tamaulipas fue el motivo del drástico aumento de la violencia en dicha región, pero el descabezamiento de los Zetas Vieja Escuela y del Cártel del Golfo podría disminuir la actividad de ambos en favor del Cártel del Noreste o, por el contrario, provocar la desintegración de dichas facciones en otras más pequeñas que aumenten la conflictividad en el estado.
Ninguna de las dos grandes guerras contra el narcotráfico emprendidas por los gobiernos de Ronald Reagan en Estados Unidos hace más de 45 años, y por Felipe Calderón en 2006, han podido frenar la violencia creciente en México. La guerra contra el narcotráfico emprendida por Felipe Calderón tuvo como misión principal acabar con los cabecillas de los cárteles, que poseían una jerarquía basada en lazos familiares, y ascensos y recompensas basados en la lealtad; algo que llevó a pensar a las autoridades que, descabezando a los cárteles, estos desaparecerían. Esto no ocurrió, sino que llevó a la descentralización de su actividad criminal, dando lugar a la creación de multitud de bandas criminales de pequeño tamaño que se adaptaron a la guerra que el gobierno mantenía contra ellas; ahora el crimen organizado no se basa en los antiguos lazos de sangre, sino que se divide en diversas células que colaboran entre sí, pero que actúan independientemente y sin mostrar lealtad hacia organizaciones mayores, por lo que el efecto de perder una célula por la acción policial no repercute en la red criminal, y la cantidad de información que dicha célula podría aportar a la policía es menor.
La irrupción del CJNG en el escenario mexicano ha supuesto un drástico aumento de la violencia, debido a la guerra abierta entre este y el único otro gran cártel en pie, el de Sinaloa, por el control de todas las regiones de México, lo que ha llevado la guerra a lugares que nunca han sido testigos de la violencia del resto del país como Cancún.
La prueba de que todos estos factores han disparado la violencia en México es que 2017 ha sido el año con mayor número de asesinatos registrados, 23 101 a falta de los datos de diciembre. Otro dato escabroso es el número de periodistas asesinados en México que en 2017 asciende a 81 fallecidos, menos de los 120 de 2016, pero que sitúan al país como el más peligroso del planeta para ejercer la profesión periodística.