Acualizacion Regional (16 de octubre de 2017)
octubre 16, 2017 en Sin categorizarLa guerra contra el narcotráfico aún no se ha ganado en Colombia
El Gobierno de Colombia se comprometió en 2016 a reducir en 50 mil hectáreas, de aproximadamente 150 mil en todo el país, las zonas de cultivo dedicadas a la hoja de coca para el 2018. Sin embargo, la tarea está demostrando ser más difícil de aplicar en la realidad, pues está encontrando bastante resistencia por parte de los cocaleros, que rechazan cambiar el cultivo de sus tierras por la pérdida de ingresos que supondría. Este descontento ha llevado a enfrentamientos entre los cocaleros y las fuerzas de seguridad, que alguna vez se ha saldado con muertos. Las autoridades, sin embargo, apuntan a que parte de los cocaleros están siendo forzados a manifestarse contra la policía por orden de jefes del narcotráfico, que les pagan grandes cantidades de dinero por enfrentarse y resistir a la policía. La realidad que enfrenta el Gobierno de Colombia no solo está relacionada con el narcotráfico, sino con el histórico abandono de las zonas rurales del país que llevaron a la población a buscarse la vida de otra forma; algo que ahora, tras el desarme de las FARC, el Gobierno tendrá que solventar con inversiones en infraestructuras y carreteras.
Las elecciones regionales de Venezuela, mucho más que unas elecciones
El próximo domingo 15 de octubre se celebrarán en Venezuela las elecciones regionales que llevan postergadas desde 2016, pero estas elecciones están suponiendo algo más importante para el chavismo y la oposición. La Mesa de Unidad Democrática (MUD) considera que una amplia victoria en las elecciones regionales, tal y como se prevé en todas las encuestas, debilitarían el Gobierno de Nicolás Maduro, que perdería gran parte de las 23 regiones de Venezuela, y le forzarían a tener que negociar con la oposición ante una mayor presión internacional; sin embargo, muchos dentro de la oposición consideran que el simple hecho de presentarse a estas elecciones supone un reconocimiento al golpe de estado que llevó a cabo el presidente con la convocatoria de la Asamblea Nacional Constituyente y la anulación de la Asamblea Nacional, de mayoría opositora, y llaman a sus seguidores a abstenerse en unas elecciones que solo aportarían legitimidad al régimen, pues, como ha demostrado la historia venezolana, ostentar el poder de las regiones no supone poseer poder real contra el Gobierno central, el cual cuenta con muchas vías para suspender a los líderes regionales y dirigir las instituciones regionales. Esa es la gran baza que pretende usar el chavismo, agudizar las divisiones en la oposición y promover la abstención entre sus votantes; aparte de ello, las autoridades han desplazado colegios electorales de las zonas donde se iniciaron las manifestaciones contra el Gobierno a otras localizaciones para dificultar el voto del electorado opositor. Por otro lado, los candidatos chavistas han buscado alejarse de la imagen de Nicolás Maduro, y del propio Hugo Chávez, para estas elecciones, escondiendo las siglas del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en su propaganda, así como usando otros colores distintos al tradicional rojo. Esta estrategia ha sido apoyada por el presidente Maduro, que no ha realizado el habitual viaje por las regiones para acompañar a sus candidatos, y en su lugar viajó a Rusia, Bielorrusia y Turquía en busca de ayuda financiera para sobreponerse a las sanciones de Estados Unidos. Maduro busca también legitimar la Asamblea Nacional Constituyente, afirmando que quien vote el domingo estará reconociendo y votando a la Constituyente, que fue puesta a dedo por el presidente en un intento por librarse de la oposición.
México se suma a la mediación entre el Gobierno de Maduro y la oposición
El canciller de México, Luis Videgaray, anunció que México se sumará a la mesa de negociación que se está ultimando entre la oposición y el Gobierno de Venezuela, auspiciada por el presidente de República Dominicana, Danilo Medina, y el expresidente de España, José Luis Rodríguez Zapatero. El Gobierno venezolano ya ha nombrado a sus mediadores, que serán sus fieles aliados Bolivia, Nicaragua y San Vicente y las Granadinas. Mientras, la oposición busca incorporar países que tengan el poder para obligar al chavismo a cumplir con los acuerdos que salgan de las negociaciones, por lo que intentan sumar a Chile y Paraguay a su bando, países tradicionalmente críticos con el Gobierno chavista. El Gobierno de Peña Nieto también lee esta mediación en clave interna, pues la tibieza del principal líder opositor en México con las actuaciones de Nicolás Maduro convierte la crisis venezolana, y la mediación del Gobierno de Peña Nieto, en un arma contra su principal opositor de cara a las elecciones de 2018.
Donald Trump trata de boicotear las negociaciones del TLC
La creencia de que la Administración de Donald Trump quiere destruir el Tratado de Libre Comercia (TLC) y de que las negociaciones con Canadá y México son puro circo mediático para el presidente estadounidense, empieza a ganar adeptos. La delegación estadounidense ha propuesto una polémica cláusula al nuevo acuerdo comercial por el cual el acuerdo se suspendería a los cinco años, de no haber sido renegociado por las tres partes. Esto ha sido duramente rechazado por las delegaciones de Canadá y México, que consideran que una vida útil de cinco años y unas renegociaciones constantes desalentarían la inversión y el comercio. Las críticas no solo venían del exterior, dentro de Estados Unidos muchos han criticado esta cláusula, especialmente desde el ámbito republicano y los Departamentos de Agricultura y de Estado. A esto se le suma las filtraciones sobre la posibilidad de aumentar la cuota de componentes nacionales que se usan en la fabricación de coches al 85 por ciento, algo impensable en cualquier acuerdo comercial; y la terca obsesión estadounidense con la supresión del artículo 19 de resolución de conflictos, una línea roja para Canadá. El presidente de Canadá, Justin Trudeau, de visita oficial en México, coincidió con su homólogo mexicano en no responder a las provocaciones de Washington y esperar a la ronda de negociaciones que comenzarán el próximo miércoles 25, aunque muchos analistas apoyan que la posibilidad de que Canadá y México se levanten de la mesa es más amplia ante las constantes provocaciones de Washington. Muchos analistas apuntan a la crisis política interna del presidente Donald Trump como causa de estas medidas para la renovación del TLC. Con un 56 por ciento de los estadounidenses en contra de su gestión, y las repetidas derrotas del presidente para sacar adelante alguno de sus proyectos estrella frente al Poder Legislativo, Trump podría estar dinamitando las negociaciones del TLC para provocar su muerte y presentársela a sus votantes como un éxito de su política proteccionista, a pesar de la catástrofe que supondría para la economía estadounidense.